Que no se nombre la crisis…¡Vaya sorpresa!

Crisis: palabra que lleva adjuntadas otras como recesión, prima de riesgo, caída de mercados, paro y muchas otras que oímos a diario. Casi parece que nos hemos inmunizado, que estamos acostumbrados a oírlo en el telediario, leerlo en los periódicos….La crisis ha cambiado nuestra manera de comunicarnos y expresarnos. Ahora cuando vamos a la pescadería, incluso podemos oír a las mujeres mayores de barrio (con mucho respeto hacia ellas) comentar la economía actual. Y en este contexto, mi sorpresa ha sido justo el contrario…El no oír la palabra crisis ni una sola vez en un par de horas.

Este viernes  fue la presentación del nuevo curso del máster de comunicación corporativa de la escuela europea de negocios. Allí nos explicaron la metodología de trabajo, los plazos de entrega, nos presentaron a los compañeros, nos dieron algunas ideas optimistas…Al subir al autobús me di cuenta que llevaba una pequeña sonrisa dibujada entre mis labios y pensé: ¡vaya, que alentador! Y fue entonces cuando empecé a hacer memoria, y no. Ninguno de los interlocutores ni de las personas que conocí aquel día nombró la palabra crisis. Ni una sola vez.

Wordle: criis

Y yo me planteo: el hecho de que no se haya nombrado la maldita palabra…Es para pensárselo. Normalizar tanto un término que para nada es anodino, es un trabajo que los medios de comunicación se están encargando de hacer. Abren los telediarios con noticias sobre los mercados, los posibles rescates y los líderes europeos. Lo mismo pasó con otro tema delicado: la violencia de género. Hasta 2007 que empezó la crisis, los medios destacaban noticias tipo ‘un hombre mata a su mujer delante de su hija de 5 años con una maza en la cabeza’ o  ‘un hombre se tira desde un 6º piso tras haber matado a su mujer con tres cuchilladas en el corazón’.

Las modas pasan. Igual como las tendencias de temporada cambian, también lo hacen los criterios periodísticos. Ahora se lleva la crisis.

Yo de momento me quedo con mi sonrisa después de haber salido de la presentación, tras no haber oído ni una sola vez esa palabra: Crisis.

¡Estamos de vuelta!

Vaya vaya…Terminas la carrera (periodismo en este caso), trabajas, sales con tu gente…Y un día te da por indagar qué fue de tu blog de la universidad. Y de esta manera llegas a plantearte…¿Y porqué no retomarlo de nuevo? Asi que casi dos años después de mi último post vuelvo a escribir, y vuelvo a escribir pero esta vez sobre lo que yo quiero y no sobre lo que aquella profesora de tu último año de carrera te pedía que escribieras. Voy a escribir sobre lo que me interesa, sobre lo que creo que puedo aportar algo, sobre lo que vivo y las experiencias que atravieso. Este será un blog sobre comunicación corporativa, mundo del que aún me queda mucho por aprender, escribiré sobre la profesión del periodista, sobre mis compañeros comunicadores, sobre actualidad, política…Pero sobre todo, escribiré sobre los jóvenes. La situación de la MAL llamada «generación perdida», «generación de ni-nis» o «esos que se lo han dado todo hecho». Quiero aportar un grano de arena a mi generación, que ni somos ni-nis, ni lo tenemos todo hecho ni mucho menos somos o estamos perdidos. Por todo ello, espero que me sigáis que me leáis y sobre todo…¡Que me compartáis!

¡Gracias!

La información pública, cada vez más cerca

Twitter, Facebook, Tuenti, WordPress… Las redes sociales son un elemento esencial en nuestra sociedad actual. La figura del Comunity manager es una realidad en potencia y las empresas necesitan a estos profesionales para hacer sus contenidos atractivos y visisbles para la sociedad.

Por otra parte, las redes sociales ofrecen la información periodistica de forma pública, rápida y eficaz. Los comentarios de twitter están accesibles a cualquiera e incluso, sin estar registrado, se puede acceder a los twittes de otra persona. Por lo tanto, es fácil poner un link en tu comentario de twitter y que cualquier persona haga clic en ese link para que la redirija a una noticia de El País, por poner un ejemplo. Lo mismo pasa con los blogs, espacios libres que sin registrarse, permiten acceder a la información que se mueve en ese espacio. Pues todo este tipo de información, la información on-line, la información atractiva y la información pública fueron los asuntos que trató la investigadora Mari Luz Congosto en su ponencia en la Universidad Carlos III para la asignatura de Tratamiento de la Información en Red. Pero al igual que este tema, trató muchos otros, como los diferentes niveles de usuarios que hay en internet, clasificándolos entre usuarios principales (los que usan aplicaciones generales), usuarios investigadores (los que usan aplicaciones de redes), usuarios programadores (usuarios de API’s Javascript/java) y los usuarios diseñadores (los que usan Processing/API’s ActionScript). Asimismo, en la ponencia se habló de la información atractiva: cómo hacer que la informacion, además de pública, sea atractiva. Y destacó la necesidad de seguir un proceso de obtención de datos, de filtración de la verdadera información y, por último, de visualización de contenidos. En este caso, Mari Luz Congosto nombró varias plataformas que ofrecen la información de manera atractiva y fácil de ver.

En conclusión, la lucha por la audiencia de la televisión se traslada ahora a Internet. Todo vale para conseguir más clics en un sitio web y para ello herramientas como seos, redes sociales y demás son básicas para triunfar en la red.



Aquí podéis ver la presentación de Mari Luz Congosto.

Las noticias de mañana, hoy

Con este lema, escrito en la taza de café de los protagonistas del vídeo: Tomorrow’s News, podemos definir la esencia del periodismo en Internet: la rapidez.

En un periódico en papel, las noticias que ocurren hoy se publican en el número de mañana. Sin embargo este es el valor añadido de Internet: Las noticas de mañana, se publican hoy. Prácticamente en el mismo instante en que ocurren los acontecimientos, alguien los está publicando en Internet. 

Y viendo el video de Tomorrow’s news, vemos que esta herramienta que todos tenemos a mano está aún en  su etapa de niñez. Y esque hasta que las redacciones estén basadas en un puñado de periodistas que lo que dicen se va escribiendo automaticamente por reconocimiento de voz, que todos los dispositivos contengan pantallas táctiles y que las conexiones en directo sean emitidas por un pequeño portátil en vez de una cámara de televisión, queda mucho. Y ese mucho pueden ser años, décadas o siglos, porque de momento, no todos están de acuerdo en que Internet se imponga como el único y más poderoso medio de comunicación.

Por su parte, España tiene otro problema añadido:  no miramos más allá que de nuestro propio ombligo. Nuestros periódicos son los únicos que leemos y sin embargo los periodicos Estadounidenses se están preparando para la revolución tecnológica: plataformas de semipago (nada que ver con Orbyt) y nuevas maneras de narrar (con vídeos, gráficos) y no sólo texto son algunas de las apuestas de los periódicos más poderosos del mundo como The New York Times o The Washington Post.

La entrevista del periódico EL País a Jeff Harvis, Bloguero y profesor de periodismo en la City University de Nueva York refleja como incluso un gurú de Internet con más de 100.000 personas que leen su blog y 42.000 que le siguen en Twitter,  critíca algunas de sus aplicaciones.

Y esque, como para gustos los colores, nunca encontraremos una plataforma que todos encuentren como buena, válida o simplemente, eficaz sino que seguiremos viviendo la información entre varias plataformas que convivirán entre ellas y entre las que cada uno podrá elegir para informarse.

En la complementariedad, está la solución.

Internet: fuente de la nueva revolución tecnológica

Si John Locke hubiera predecido los efectos que la Revolución Industrial tendrían en el Estado liberal de Derecho, seguramente hubiera cambiado muchos de sus postulados.
Pues igual está pasando en la actualidad con Internet.

De la misma forma con la que los obreros destruían las maquinas en la Revolución Industrial, a muchos periodistas les gustaría destruir Internet. Porque el miedo al intrusismo laboral (cualquiera puede crear un blog y ser leído igual o más que un periodista), el miedo a la intromisión en la intimidad y muchos otros factores causan en
los profesionales del sector el rechazo. ¿Rechazo a lo desconocido o rechazo a algo que realmente no sabemos hasta dónde puede llegar?

Todavía no tenemos ni idea de los límites que puede alcanzar esta nueva herramienta, sin embargo sabemos una cosa, por muchos aspectos negativos que queramos sacarle a la herramienta más poderosa de la actualidad, nadie puede vivir sin estar “conectado” a la red. Tuenti, Facebook, Twitter, Sonico… Son herramientas para conocer gente, para
socializarse y también para informar, porque la información más rápida (aunque no siempre la mejor), llega siempre vía web.

Alan Rusbridge, director de The Guardian afirmó que Twitter es la herramienta más poderosa del mundo. Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, afirma que Google es un “parásito sofisticado” que rinde «un servicio valiosísimo de intermediación, búsqueda y distribución de contenidos». Y así la mayoría de los directores de periódicos líderes en
el mundo realizan declaraciones sobre las maravillas de internet.

Habrá que esperar a ver si sus postulados son o no, “igual de acertados” que los de Locke.